Hace un tiempo me propuse un reto: no utilizar palabras como bueno y malo, mejor y peor, inferior y superior, etc. Para ser sincera, más bien me propuse no juzgar, pero he tenido que ir dándome cuenta de cuándo lo hacía y sobre todo cómo lo hacía, para tener un ligero control sobre ello.
No me comas la cabeza
El dedo acusador
El otro día en clase pedí a los alumnos que trataran de dar respuesta a la pregunta sobre si debe haber o no límites éticos en las investigaciones científicas. Debían escribir en un trozo de papel un sí o un no, acompañándolo de al menos una razón que apoyase su postura y tenían, además, que añadir un ejemplo. Tenían que intentar ser todo lo claros y concisos que pudieran. Sigue leyendo
Retrospectiva y proyección entre polvorones
Hay algo que a la mayoría de la gente se nos da genial hacer en esas fechas: reflexionar. Parece increíble que nos cueste tanto hacerlo el resto del año.
Hacer balance de lo acontecido durante el año que se va, y/o plantearse metas por cumplir en el año que llega desde el islote navideño, es un gran trabajo que reúne pensar el pasado, valorar el presente y aventurar el futuro.
Retrospectiva y proyección entre polvorones. Sigue leyendo
¿Filosofía?…no gracias, no me comas la cabeza
Esta es la reacción más común que se observa cuando alguien habla de filosofía o intenta profundizar en cuestiones abstractas que no tienen una respuesta clara.
No nos gusta no saber. A nuestro cerebro le espanta la duda y sobrevive protegiéndose de ella.
El problema es que vivimos rodeados de incertidumbre y como nos da tanto vértigo no saber, miramos hacia otro lado y hacemos como que no existe o no nos afecta. Tendemos a conformamos con las ideas que tenemos, que en muchos casos ni siquiera son nuestras o funcionan mal. Sigue leyendo